El Real Decreto 865/2003 que está en fase de renovación, indica en su anexo 3 toda una serie de actuaciones a realizar con referencia al ACS (agua caliente sanitaria) y AFCH (agua fría de consumo humano) que hemos de tener en cuenta si queremos que nuestra instalación cumpla con la normativa.
Cuando hacemos referencia a la instalación en general, ésta debe revisarse anualmente y comprobar el funcionamiento de todos sus elementos, para que éstos estén en un estado de correcto funcionamiento, conservación y limpieza. En el caso de que haya algún elemento defectuoso, éste debe ser reparado o substituido.
Con la limpieza debemos evitar la suciedad, incrustaciones y sedimentos en la red.
Hay unos protocolos de limpieza y desinfección a seguir anualmente, o antes de la primera puesta en marcha, en paradas de las instalaciones superiores a un mes, tras una reparación o modificación estructural de la instalación, o cuando lo dicte la Autoridad sanitaria.
Con respecto al ACS, anualmente se tomarán muestras para la analítica de la Legionella, realizada por un laboratorio Oficial homologado, en puntos representativos de la instalación.
Al trimestre, se deberá revisar el estado de conservación y limpieza de los depósitos acumuladores.
Cada mes, se revisará el estado de conservación y limpieza de los puntos terminales (de forma aleatoria y rotatoria y al cabo del año, todos). Se deberán purgar todas las válvulas de drenaje de las tuberías y controlar la temperatura de grifos y duchas, rotando los puntos a lo largo del año, que debe ser mayor a los 50ºC en estos puntos terminales.
Semanalmente, se deberá purgar el fondo de los acumuladores y se abrirán los grifos y duchas no usados.
Finalmente, cada día deberá tormarse nota de la temperatura, en los depósitos finales de acumulación. Debe ser mayor a 60ºC.
El control del AF es relativamente más fácil, al tener actuaciones trimestrales y mensuales.
Trimestralmente, hemos de revisar el estado de conservación y limpieza de los depósitos.
Y mensualmente, se deberá revisar el estado de conservación y limpieza de los puntos terminales de la instalación, grifos y duchas, rotando a lo largo del año hasta haberlos revisado en su totalidad. Mensualmente también se deberá controlar la temperatura en los depósitos de agua fría, procurando tener una temperatura inferior a los 20ºC. Será importante, conocer el nivel de cloro residual libre o residual, en puntos de la red interior de agua procedente del depósito.
Mejores métodos de diagnóstico y un control de las instalaciones y redes de agua son fundamentales para evitar riesgos de contagio de la legionel·la.
Es imprescindible seguir avanzando en adecuar la normativa a los conocimientos y experiencias obtenidas, en las instalaciones durante todos estos años y parece que , ahora sí, en breve se realizará esta renovación del RD 865/2003, tan demandada por el sector.